iNNovaCióN EduCaTiVa



En Educación, hoy en día, tener mayor o menor éxito en el sistema educativo, pasa porque éste sea capaz de adaptarse a los constantes cambios que se están produciendo en la actual “sociedad del conocimiento”. Es por ello la necesidad de introducir cambios tanto dentro de las aulas desde donde empieza el proceso de enseñanza-aprendizaje, hasta todo el centro educativo incluyendo a todos los agentes pertenecientes a él y que también forman parte de este proceso.




En éste sentido, la innovación educativa es muy importante en lo que se refiere a producir unos cambios que se adapten al proceso continuo de cambios en el que nos vemos inmersos. Por lo tanto consideramos, como sostiene el texto, que esta innovación debe estar, en la mayor medida de lo posible, fundamentada con un proceso de investigación que pueda sustentar, tanto los efectos que esta pueda producir en la mejora educativa, como la garantía de que estos cambios que se introducen puedan ser positivos para el proceso educativo.
Uno de los inconvenientes, es la formación del profesorado, que muchas veces por la falta de conocimiento acerca del proceso de investigación que habría que llevar a cabo, puede parecer imposible, o incluso el intento puede desvanecerse. Es por esta razón que la formación tanto inicial como permanente del profesorado es un factor de mucho peso que se debe considerar a la hora de tratar este tema.


Primero los profesores deberían de tener un conocimiento base acerca de las diferentes metodologías, pautas y formas de poder investigar en el ámbito educativo, no solo como decíamos antes, a nivel de aula, sino también a nivel de centro, para poder conjugar estos dos ámbitos indiscutiblemente entrelazados e influyentes en el proceso educativo de E-A. Consideramos la reflexión que hace el profesorado acerca de sus propias prácticas educativas, como un requisito indispensable para poder realizar una mejora acerca de estas.
Como sostiene José Contreras, estamos de acuerdo en que la investigación que deben realizar los agentes educativos, tiene que ser desde su práctica diaria, desde sus propias experiencias, y de esta manera hacerlo mediante la “investigación-acción”. Cuyo objetivo es investigar mediante el contexto desde donde se quiere actuar y teniendo en cuenta las experiencias de los propios agentes educativos que inciden directamente en el proceso educativo, desde, los que sin duda, presentan mayor conocimiento acerca de lo que hacen, y no desde otros externos que obviamente no tienen este conocimiento.




Aquí hacemos referencia a Schön, con la defensa del profesional reflexivo, como instrumento básico de esta forma de investigación. Este profesional opta por la práctica reflexiva, es decir, la capacidad del profesor para poder reflexionar sobre su práctica y sobre la reflexión que ha hecho sobre esta.




Todos tenemos ideas sobre el mundo (representaciones), las cuales pueden ser implícitas o explicitas. Aprendemos de forma implícita o explícita; funcionar desde lo implícito nos hace peores profesionales de la educación, por lo que tenemos que hacer nuestros conocimientos y aprendizajes explícitos. Muchos conocimientos implícitos son muy pragmáticos (funcionales), en muchas ocasiones tenemos que hacer el aprendizaje explícito, para entender y explicar el mundo, no para poder actuar sobre él, haciendo referencia a su función epistémica.


Es una herramienta muy potente ya que permite conocer por qué hacemos lo que hacemos. Un buen maestro tiene que tener sus conocimientos y aprendizajes explícitos, no solo para actuar sobre el mundo, sino para explicar el mundo y reflexionar sobre él.
Por todo esto, se debería de incidir sobre todo en la formación inicial del profesorado, haciéndole reflexionar desde su propia práctica, y aprender de ello, ya que muchas veces la simple teoría no servirá en las distintas respuestas que se pueden dar en los procesos de E-A ya que todas son diferentes e imprevisibles.
Pero no sólo podemos realizar la innovación educativa mediante la investigación, por supuesto podemos innovar desde las experiencias cotidianas, ideas que nos van surgiendo…,etc. Claro está que todo proceso que requiera un proceso de investigación, como hemos mencionado antes, estará mejor fundamentado y por lo tanto los resultados podrán ser en un futuro más beneficioso, pero al igual que en las investigaciones, hay que poner en marcha una serie de actuaciones de las que posteriormente se realizará una valoración de lo conseguido. Desde nuestro punto de vista, el proceso que conlleva llevar a cabo nuestras ideas y ser conscientes de nuestra práctica diaria, también supone un proceso que por no estar explícito, puede hacernos pensar que no se consiguen unos resultados de igual o superior calidad que las innovaciones que se fundamentan en investigaciones.
Como toda actuación educativa, de acuerdo con el texto, la innovación educativa, ya sea de manera investigadora, como de manera más personal, deberá suponer un proceso de cambio, no solo una actuación, ya que todo lo que se haga para conseguir unos determinados objetivos, habrá que evaluarlo para conocer si ha funcionado, no sólo implantarlo sin realizar un seguimiento del que se pueda sacar unas conclusiones, y en su caso, mejorarlo.


La investigación y la innovación educativas son, por tanto, están vinculadas al concepto de la educación y la transmisión de conocimientos. Por esta razón, las Administraciones educativas deben llevar a cabo una decidida labor, en el ámbito de sus respectivas competencias, con el fin de potenciar dichos aspectos.
La innovación e investigación en la Educación es un área fundamental para mejorar el sistema educativo.


Información acerca de la innovación educativa:

http://www.innovacioneducativa.net/